Viviana Basanta Hernández

Nació en la Ciudad de México, es hija de Amalia Hernández y de Joaquín Basanta, escritor argentino. A los cinco años inició sus estudios de Danza Tradicional Mexicana en el Ballet Folklórico de México (BFM) y de Danza Clásica con Nellie Happee. A la edad de trece años formó parte del Ballet Nacional de México con la maestra Guillermina Bravo, en donde estudió Danza Contemporánea. Posteriormente estudió en el extranjero Técnica de Jazz tanto moderno como contemporáneo.

En 1977 se integró al Ballet Folklórico de México como bailarina. Retomó los ballets fuera de repertorio creados por Amalia Hernández, fortaleciendo así el futuro de la compañía. A los dos años fue nombrada primera bailarina de la compañía y posteriormente coordinadora artística, cargo que mantuvo por más de quince años, además de dirigir la Escuela del BFM durante diez años.

Viviana Basanta llevó a cabo algunas de las investigaciones que fueron esenciales para la creación de los ballets de Amalia Hernández como son: Navidad mexicana, Sones y Gustos de Guerrero y Tlaxcala, entre otros. Se ha desarrollado por más de veinticinco años como bailarina de manera ininterrumpida, en este tiempo suma más de cuatro mil presentaciones en el máximo recinto de las artes en México, el Palacio de Bellas Artes, sin dejar de mencionar las giras internacionales y las colaboraciones especiales.

Ha recibido diversas preseas como la Medalla César Chávez en la Universidad Michigan State de Lansing, Michigan, y el reconocimiento Artistry of Mexico, otorgado por el Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica. Asimismo, recibió el premio Ulama después de haber trabajado como jurado por más de diez años en el Encuentro de Arte y Cultura, organizado por la Dirección General de Tecnológicos Industriales de la Secretaría de Educación Pública. Ha sido invitada especial del Ensemble National Folklorique les Sortilèges de Montreal, Canadá, como bailarina solista. También ha sido merecedora de la Medalla Sor Juana. La Asociación Mexicana de Críticos de Teatro le entregó un reconocimiento por su trayectoria artística.

En 2002 fundó la Academia de la Danza Amalia Hernández, ACADEZ. Otro de sus singulares proyectos es México enMovimiento, Compañía de Danza Contemporánea. Su trabajo coreográfico ha rebasado las fronteras: De cara al mar, con la Companía de Danza Grandeza Mexicana; Fandango y danzón, con la Compañía Resurrección en Los Ángeles, California; Leyenda de la mulata de Córdoba, con la Compañía de Cleo Parker Robinson, en Denver, Colorado.