Lo que comenzó como una propuesta del trompetista Juan Manuel Arpero para rescatar la música de banda en Guanajuato y que sirvió para engalanar las celebraciones en 2010 del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución mexicana, es hoy un programa musical que reúne a mil 200 niños, niñas y jóvenes de veintiséis municipios del estado en alguna de las agrupaciones que conforman el Sistema de Formación Musical del Estado de Guanajuato “Vientos Musicales”: ocho bandas, una camerata de cuerdas, ocho orquestas sinfónicas y diez ensambles corales. Entre estas agruapciones se seleccinan a los músicos y músicas que conforman la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil "Vientos Musicales", representativa del Sistema y protagonista del concierto en el Cervantino. Bajo la batuta de Francisco Balboa Luna ofrecieron un recorrido por la historia musical de Guanajuato. En esta ocasión participaron estudiantes de Salamanca, Juventino Rosas, Jaral del Progreso, León y San José Iturbide, entre otros municipios.
Para cualquier persona que se acerca al estudio de un instrumento, presentarse en un foro como la Alhondiga representa un gran logro, un estímulo que los proyecta hacia adelante. Aunque el contexto de cada integrante es distinto, coinciden en un punto: "la música nos cambia la vida".
Adaneli Shirel Pérez Gallarzo
14 años
Canto
Salamanca
Foto: Carlos Alvar. Archivo FIC.
“Siento que la música es parte de mi ser y participar en estos conciertos me provoca sentir felicidad y una emoción muy fuerte que tengo que controlar frente a muchas personas y cuando lo logro me siento completa.
“Nunca imaginé estar en el Cervantino, de verdad, aunque claro que lo desee alguna vez y se cumplió ahora y además haciendo un solo. Creo que lo hice bien, pude ser mejor pero cada día es un aprendizaje ¿no?
“Que los jóvenes se desenvuelvan en las artes es muy importante, por ejemplo, yo en el encierro me desesperé mucho y la música me ayudó a fortalecerme y a no perder la esperanza de que saldremos de esto pronto y bien”.
Paula Luna González
21 años
Flauta transversa
León
Foto: Carlos Alvar. Archivo FIC.
“Yo empecé desde el 2015, cuando tenía 15 años estaba inscrita en clases de saxofón en la Casa de Cultura Efrén Hernández de León y me invitaron a formar parte de la orquesta. Después cambié de instrumento y ahora mi especialidad es flauta transversa, además estoy estudiando el nivel medio superior para ser profesora de música escolar.
“Durante la pandemia he extrañado mucho a mis compañeros de la orquesta, así que venir a tocar aquí ha sido liberador, esta es la cuarta vez que toco en el Cervantino y es súper especial porque nos reciben con mucho cariño y al mismo tiempo es un sentimiento muy bonito tocar para otras personas”.
Miguel Ángel Salais Laurel.
17 años
Violonchelo
Jaral del Progreso
Foto: Carlos Alvar. Archivo FIC.
“Mi familia siempre ha estado cerca de la música a través del coro de la iglesia, pero un familiar nos habló de esta orquesta y mi mamá me llevó para participar, yo no sabía lo que era, pero tenía la intriga y aquí estoy dejando que la música me transforme la vida. La música me ha cambiado la forma de ver la realidad, por ejemplo, cualquier sonido o ruido lo percibo diferente, no tan profundo, pero si muy interiorizado, digamos que le encuentro un sentido.
“Estar en este escenario ha sido muy nostálgico porque me tocó estar aquí mismo antes de la pandemia sin saber lo que venía, y ahora que volví a la Alhóndiga recodaba ese último concierto en el que tuvimos una convivencia muy cercana entre todos y se nos permitía más libertad, pero esta nueva experiencia también es interesante porque es como la primera vez en estas nuevas circunstancias, así que tocar aquí pese a la pandemia ha sido un gran logro.
"Quizá no todos tienen la oportunidad que he tenido yo de presentarme aquí, pero si alguna vez tienen o están cerca de la música aprovechen, acérquense porque la música te abre puertas y te hace tener más paz en la vida".
A diferencia de lo que sucede en Oaxaca, donde la música de banda se transmite de generación en generación, en el Bajío la industrialización ha hecho muy difícil preservar tradiciones musicales como esta. A poco más de diez años de la existencia de este programa, podemos medir su éxito en la manera en que transforma la vida de quienes se integran a él:
“Cuando estamos en ensayo el día sábado toda su energía está enfocada en la música, les damos una alternativa distinta a la que pueden encontrar en las calles: violencia, drogas. Sean o no músicos más adelante, el hecho de entrar al Sistema y tener contacto con la música les desarrolla valores, su capacidad de relacionarte con las personas, mejora su motricidad, fortalece su constancia y sentido de responsabilidad en general. En este sentido, los integrantes de Vientos Musicales son privilegiados, no tendría que ser así porque cualquiera debería tener acceso a la música, pero este ya es un gran paso”, nos explica Indra Ortiz, quien está encargada de coordinar a las bandas sinfónicas.
Foto: Carlos Alvar. Archivo FIC.
En su adolescencia fue alumna de este programa que la impulsó a seguir estudiando música. Se graduó del Conservatorio de Celaya y luego se especializó en Flauta transversa en la Escuela Superior de Música en Ciudad de México y ha estudiado dirección orquestal con diferentes maestros. “En un principio se llamaba Viva la Banda, en este tiempo las bandas municipales tocaban en los quioscos de las plazas, yo vivía en Apaseo el Grande y sabía que venía gente de Ciudad de México a preparar a los niños seleccionados de estas bandas, así que me inscribí y fui parte de la selección en un inicio de Viva la Banda y luego de Orgullo Musical Guanajuato, que actualmente son Vientos Musicales”.
Foto: Naza PF. Archivo FIC.
El Sistema de Formación Musical del Estado de Guanajuato “Vientos Musicales” acepta a interesados desde los cinco años de edad y hasta los veintiuno. Es gratuito y el único requisito es ser estudiante en activo, cabe señalar que al ingresar se firma resguardo del instrumento, lo que significa que si el estudiante no puede comprar su instrumento el Sistema le otroga uno para practicar en casa.
"Vientos Musicales" ha resistido la pandemia, aunque ésta evidenció la falta de acceso a internet en algunas comunidades lo que provocó que algunos estudiantes se dieran de baja pues tomar clases a distancia era imposible, también hizo que llegaran otros interesados de municipios donde el Sistema no tenía presencia. La experiencia de la pandemia marcará la pauta a seguir de este exitoso programa musical; resolver el acceso a las clases a distancia y reforzar la participación de jóvenes de otras partes del estado.