Agregar a Mi Cervantino
“De alguna manera puedo explicármelo así: tomas un elevador para llegar a ese mundo perfecto…” Diálogo de Desde la vida.
Fiel a su carácter crítico, uno de los teatros más destacados de Alemania, el Deutsches Schauspielhaus de Hamburgo desafía el tabú sobre el derecho a decidir sobre tu muerte La eutanasia o muerte asistida, como se nombra en distintos países, es un tema polémico en Alemania donde en el año 2000 el Tribunal Constitucional Federal quitó la prohibición del suicidio asistido, desatando una nueva controversia al respecto; la corte otorgó el derecho a decidir sobre la propia muerte y al mismo tiempo reforzó la libertad de confiar en un tercero que ayude a hacerlo. Este es el contexto de la puesta en escena que presentaron en el Cervantino, Desde la vida habla sobre todo “de la muerte y cómo lidias con ella cuando estás muy viejo o enfermo”. Este es un momento fundamental por el que pasarán la mayoría de las personas, es una cuestión de vida y de dignidad humana.
La cuestión de si la libertad humana incluye también la libertad de morir es polarizante. “Es una gran contradicción en Alemania, entre las pérdidas (físicas y de calidad de vida) y los deseos de la persona… en la obra se expone lo que dice la ley dice en Alemania y cómo lo ve la gente a partir de historias muy individuales”, comenta Julia Weninger, una de las actrices de la obra mientras recuerda que “nosotros no usamos la palabra eutanasia por nuestra historia, en Alemania se usa el término suicidio asistido.
“Digamos desde una mirada más amplia que de lo que más hablamos es de la dignidad; ¿cómo defines la dignidad en tu vida? La dignidad humana es inviolable, pero la ley no define la dignidad. Para cada persona es algo completamente diferente. Alguien puede decir que ya no siente dignidad cuando ya no puedo comer sola, cuando no puede bañarse sola o cosas así; mientras que otra persona puede pensar que nada de eso tiene que ver con su dignidad, que esta reside en otro lugar”.
Este montaje se concentra en mostrar las diferentes perspectivas en torno al suicidio asistido y cómo éstas han cambiado con el tiempo hasta ser hoy un tema un tanto contradictorio, pero urgente en Alemania.
“La realidad es que la sociedad se está haciendo vieja y se tiene que hablar de qué sucede con la gente que quiere morir. Ese es un discurso y una problemática que existe ahorita en occidente, porque la gente está cumpliendo noventa, cien años; los jóvenes tienen que trabajar y las familias ya no se están viendo.
“En 2020 se vivió un cambio en el que a la gente le dio mucho miedo con esta despenalización, porque tenían miedo de que los viejos se mataran, o de que sus hijos o nietos los mataran y que se llegara a un abuso de este proceso. En la actualidad, es una zona muy gris y borrosa, dentro de la política está permitido, pero, si quieres matarte tienes que ser tú capaz de hacerlo. Nadie puede inyectarte la intravenosa, el doctor no está autorizado a hacerlo, tú tienes que ser la persona que lo introduzca. En otros países, como España, si está permitida la eutanasia y que alguien más la induzca; pero, por nuestra historia esa palabra y esa acción es muy difícil”, termina
Este espectáculo de teatro documental es un proyecto de Brigitte Venator y Karin Beier basado en entrevistas con cuidadores de enfermos en fase terminal, cuidadores paliativos, personas suicidas y sus familiares. La dirección está a cargo de Beier, quien también es la líder de la compañía. Los cinco personajes están construidos a partir de personas reales. La historia fue hecha con las entrevistas realizadas, las cuales tenían una duración de entre 12 y 14 horas, a partir de estas conversaciones se hicieron monólogos con ciertos elementos de ficción para ser interpretados por los personajes, quienes se intercalaban a lo largo de la obra.
La postura de la compañía teatral ha sido muy libre y al mismo tiempo plural, ha puesto sobre la mesa la variedad de perspectivas que dominan el asunto con la intención de hacer pensar al espectador sobre cuál es la forma en la que yo (cada uno) lo haría, despertar la conciencia individual sobre la muerte. “Queremos que las personas encuentren su postura dentro de esta discusión”.
