Es uno de los edificios barrocos más antiguos de su tipo. Su construcción inició en 1641 por instrucciones de fray Marco Ramírez del Prado y terminó en 1695. Con la llegada del movimiento de independencia, la decadencia del poblado de Marfil fue inevitable, hasta convertirse en pueblo fantasma, lo que dejó al templo en completo abandono. Gracias a los esfuerzos por la recuperación histórica y arquitectónica, podrá recibir ensambles de música antigua y contemporánea que lo devolverán el esplendor perdido.