Armada de una máquina de escribir, una mula y convicción, Concepción Hernández Méndez decidió recorrer los pueblos y caminos de la Sierra Norte de Veracruz para ser la abogada de las personas desprotegidas.
Armada de una máquina de escribir, una mula y convicción, Concepción Hernández Méndez decidió recorrer los pueblos y caminos de la Sierra Norte de Veracruz para ser la abogada de las personas desprotegidas.