Veracruz llega al Festival Internacional Cervantino 2025 con el fulgor de su mar, la cadencia de sus sones y la fuerza de sus raíces. En el marco del Año de la Mujer Indígena, la inauguración rinde homenaje a la potencia creativa y a las tradiciones vivas de sus comunidades originarias. Niñas, niños y jóvenes de Amatlán, Zozocolco, Los Tuxtlas, Cosoleacaque, así como los Tríos Guardianes de la Huasteca y Cantores del Son, se reúnen en este encuentro para compartir su música y su ritmo. A ellos se suman el Ensamble de Arpas “Andrés Huesca” y el Ensamble de Percusiones de Xalapa.
Esta festividad incluye un gran desfile que integra expresiones culturales de todo el estado, como el son jarocho, la danza Xochitlalli, quetzales, guaguas, Voladores de Papantla, la danza de los negritos de Coyutla, bandas de viento de la huasteca, viejada de Tempoal, sin olvidar los ya tradicionales carnavales de Zacualpan y Almolonga, así como la música de la Huasteca, entre otros.
Por otra parte, Caña Dulce Caña Brava, Mono Blanco y Son de Madera se unen también a esta fiesta inaugural, en la que cada agrupación presentará un programa diseñado especialmente para celebrar la poesía popular veracruzana y la riqueza multicultural de las coplas y los sones.
El evento culmina con un gran fandango jarocho y huasteco en la Alhóndiga de Granaditas.
Caña Dulce Caña Brava
Fundado a mediados del 2007 por Adriana Cao Romero y Raquel Palacios Vega, Caña Dulce y Caña Brava nació del deseo de crear un grupo de son jarocho con una mirada femenina, enraizado en la amistad, la tradición y el amor por la música. Su nombre, inspirado en la canción La caña de Patricio Hidalgo, simboliza la dualidad de la caña de azúcar: dulzura y dureza, belleza y fuerza. Conformado
principalmente por mujeres, el grupo combina el zapateado, la quijada de burro, el arpa y las jaranas con voces poéticas y vestuarios vibrantes. Han representado a México en América, Europa, Asia y África, colaborando con artistas de la talla de Lila Downs y Jorge Drexler. Herederas del legado del son jarocho, nacido del mestizaje en el puerto de Veracruz, hoy las “Dulces y Bravas” amplifican esta tradición con una perspectiva contemporánea y femenina. Actualmente, el grupo se encuentra trabajando en la producción de su tercer disco, continúa estudiando y compartiendo sus conocimientos sobre el son jarocho en talleres y seminarios.
Ensamble de Arpas Andrés Huesca
Son y Tradición
Con un despliegue sonoro monumental, este espectáculo rinde homenaje al legado del gran Andrés Huesca, figura emblemática del son jarocho y del arpa veracruzana. A través de un ensamble compuesto por destacados intérpretes, se celebra la riqueza melódica y armónica del arpa, instrumento que ha conquistado géneros y geografías, y que en México brilla con especial intensidad gracias a su asombrosa diversidad, con treinta y dos tipos distintos a lo largo del país.
En este concierto, el protagonismo recae sobre el arpa jarocha, símbolo sonoro de Veracruz, cuyas cuerdas evocan la tradición, la identidad y la pasión de un pueblo.
Ensamble de Percusiones de Xalapa
Música del mundo
Este concierto interdisciplinario celebra la riqueza rítmica y cultural que ha influido profundamente en la música del continente americano. A través de una potente fusión de percusión y danza, la propuesta escénica reúne a un talentoso elenco de percusionistas, bailarinas y performers, cuyas coreografías han sido creadas especialmente para dialogar con la fuerza y la diversidad del repertorio sonoro.
El programa se divide en cuatro secciones que recorren distintos territorios y tradiciones: música contemporánea, con obras de compositores latinoamericanos que exploran la evolución de la percusión en los siglos XX y XXI; marimba tradicional, con piezas originarias del sureste de México y Centroamérica; música afrocubana, que revive ritmos, cantos y danzas del folclor cubano con una marcada presencia de las percusiones; y música del oeste de África, interpretada con instrumentos tradicionales que dan vida a cantos y danzas ancestrales.
Mono Blanco
Fandango jarocho (Música, poesía y danza)
Con más de cuatro décadas de trayectoria, el grupo invita al público a vivir el son jarocho como una expresión que trasciende lo musical: es poesía, historia y comunidad. A través de un concierto con enfoque didáctico, se exploran las raíces del fandango, las formas de la copla y la improvisación en décima, característica esencial del canto jarocho. Una parte esencial del programa es la muestra de improvisación, tanto musical como lírica, donde la décima ocupa un lugar central. Por su estructura y sonoridad, este formato poético favorece el ejercicio de la creatividad, permitiendo que el ingenio y la emoción se expresen con libertad.
El repertorio incluye sones tradicionales, composiciones originales y piezas que dialogan con los ritmos del Caribe, y dan muestra de los vínculos culturales que conectan a Veracruz con su entorno.
Son de Madera
Para Veracruz un son
Este programa rinde homenaje al fandango como espacio de encuentro, memoria y creación. Son de Madera, revive el corazón del son jarocho desde sus raíces en el sur de Veracruz, donde confluyen influencias africanas, europeas y americanas en una fiesta de música, danza y poesía.
El grupo rescata repertorios heredados a través de la observación y el relato oral, reinventándolos con un estilo propio que respeta la tradición y la enriquece. Sobre la tarima, la música dialoga con el zapateado, la décima improvisada y la emoción colectiva, donde la historia suena, canta y se baila.
Mono Blanco: Gilberto Gutiérrez Silva
Caña Dulce Caña Brava: Adriana Cao Romero Alcalá
Son de Madera: Ramón Gutiérrez Silva
Ensamble de Arpas Andrés Huesca: Carlos Barradas Reali
Ensamble de Percusiones de Xalapa: Carlos René Pérez
Trío Guardianes de la Huasteca
Cantores del Son
Ensamble Tradicional Comunitario de Son Jarocho
Ensamble Tradicional Comunitario de Son Huasteco “Kuitól Tének”
Ensamble Tradicional Comunitario de Son Huasteco “Cántaros de Sol”
Artistas
Citas de prensa
Mono Blanco
Redacción, La Jornada
Pablo Espinosa, La Jornada
Tania Molina Ramírez, La Jornada