Sarabande, Bach en equilibrio
- La chelista Noémi Boutin y el acróbata Jörg Müller protagonizan Sarabade, una mezcla de concierto con espectáculo de danza contemporánea
- El Auditorio de Minas recibió tres funciones de Sarabande, donde Bach comparte protagonismo con proezas contra la gravedad
- Se trata de una propuesta lúdica para la apreciación de la música barroca
Guanajuato, Gto. Sarabande es un tipo de danza del periodo barroco (XVI-XVII) caracterizada por su lentitud y “sensualidad” para la época. Noémi Boutin y Jörg Müller retoman ese coqueteo para tocar lentamente al aire y retar a la gravedad, en un espectáculo que se presentó en el Auditorio de Minas (11, 12 y 13 de octubre) en el marco del 47 Festival Internacional Cervantino.
Sarabande es un concierto que presenta las Suites 1, 3 y 5 de Johan Sebastian Bach (Alemania, 1685-1750) interpretadas por Boutin, violonchelista francesa que desarrolla su carrera bajo el concepto de la exploración de nuevas posibilidades en la música.
Sin embargo, la propuesta que presentó en Cervantino estuvo acompañada del acróbata francés Jörg Müller donde proponen el encuentro de la música con la gravedad, a través acrobacias en tres escenarios llenos de sorpresa y goce.
La Suite 1 de Bach, identificable por su armoniosa cadencia, es interpretada mientras que el malabarista toma un palo con una luz encendida en lo más alto (originalmente es una vela, sin embargo, por seguridad del inmueble, se utilizó una lámpara) y lo manipula con los dedos de las manos, de los pies, con el estómago y hasta con la cabeza de la chelista, en una pieza dancística que acompaña los sonidos del instrumento de cuerdas.
Para la Suite 3, cinco campanas tubulares se suspenden del centro del escenario mientras que Müller comienza a jugar con ellas, generando poderosas y sencillas imágenes y secuencias de movimiento, tales como círculos o pasajes por los que el acróbata atraviesa sin interrumpir su trayecto. Así mismo, su sonido acompaña a la música en el climax de la pieza.
En ambas piezas, Müller hace malabares con objetos; sin embargo en la tercera parte, el elemento que suspende en el aire es a la misma Noémi y su cello. Suspendida al centro del escenario en una plataforma, interpreta la Suite número 5 de Bach, mientras su posición es manipulada en el aire, entablando una danza estoica con el bailarín sin dejar de tocar a pesar de los intensos movimientos pendulares y circulares.
Se trata de una propuesta simple y compleja técnicamente, que funciona como herramienta pedagógica y de divulgación de la música, ya que las imágenes que se generan entre malabares y suspensiones dotan al sonido de un complemento que se deconstruye y descontextualiza las piezas, haciendo más fácil su asimilación y disfrute.
Sarabande, de Noémi Boutin y Jörg Müller, forma parte del circuito Cervantino, por lo que contará con una función más en el Teatro Estudio del Teatro del Bicentenario, en León, Guanajuato, el 15 de octubre a las 8 de la noche.