Javier Camarena, Jóvenes Zapateadores y Channel One System conquistan el 53 FIC 

  • El tenor veracruzano ofreció un concierto lleno de virtuosismo y emotividad, acompañado por la Orquesta Sinfónica de Xalapa dirigida por Martin Lebel
  • Bajo la dirección de Blanca Ramírez y Ernesto Luna Ramírez, en el Teatro Principal se presentó “Hombres tierra”, un montaje que celebra las raíces afroveracruzanas a través del zapateado, la música de cuerdas y la

    Javier Camarena, Jóvenes Zapateadores y Channel One System conquistan el 53 FIC 

    El Teatro Juárez, en Guanajuato, fue escenario de una de las noches más esperadas del 53 Festival Internacional Cervantino (FIC): el concierto del tenor Javier Camarena junto a la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX), bajo la batuta de Martin Lebel, como parte de las actividades de Veracruz, invitado de honor.

    A manera de homenaje, el programa inició con la orquesta que interpretó “Veracruz”, de Agustín Lara, antes de un viaje por la tradición operística europea y el lirismo de la zarzuela y la canción mexicana. El recorrido musical de Camarena deleitó con arias de “Roméo et Juliette”, de Charles Gounod; “Le roi d’Ys”, de Édouard Lalo; “Carmen”, de Georges Bizet; “La favorita”, de Gaetano Donizetti, y “La cenerentola”, de Gioachino Rossini.

    “Es siempre un honor participar en el festival cultural más importante de nuestro país. Como guanajuatense de corazón y veracruzano de origen, esta edición une partes fundamentales de mi vida: mi tierra natal, la Universidad de Guanajuato, donde terminé mis estudios, y la música, que es mi razón de ser. Aquí también formé mi familia: me casé, nació mi hija, y  construí muchos de los recuerdos más felices de mi vida. Volver al Cervantino es regresar a ese origen que me dio tanto”, expresó el tenor en entrevista, emocionado por su cuarta  participación en el encuentro.

    El tenor también habló de la importancia de mantener la humildad en su carrera: “Yo no soy mi profesión. Amo cantar, la ópera, pero no soy mi trabajo. Lo que me mantiene con los pies en la tierra es mi familia, mi esposa, mis hijos. Esta carrera se debe al público, y la gratitud hacia la gente que me escucha es algo fundamental para mí”.

    Camarena, quien ha triunfado en escenarios como la Ópera Estatal de Viena, el Teatro Real de Madrid, la Royal Opera House de Londres, la Ópera de París y el Festival de Salzburgo, compartió algunos de sus proyectos futuros: “Llevo mi carrera hacia la ópera francesa. He hecho ‘Pescadores de perlas’ y ‘Romeo y Julieta’, pero me gustaría cantar ‘Fausto', de Gounod, o ‘Werther', de Massenet”.

    En la segunda parte del programa, la orquesta interpretó la obertura de “La forza del destino”, de Giuseppe Verdi, y acompañó al tenor en arias de “Lucia di Lammermoor” e “I Lombardi alla prima crociata”. Sonaron también el intermedio de “La boda de Luis Alonso”, de Gerónimo Giménez, y las romanzas “Te quiero morena” de “El trust de los tenorios”, de José Serrano y “No puede ser”, de “La tabernera del puerto”, de Pablo Sorozábal.

    Bajo la dirección de Martin Lebel, la Orquesta Sinfónica de Xalapa desplegó un sonido poderoso y refinado. El conductor, con formación en el Conservatorio Nacional de Música de París, ostenta reconocimientos en certámenes internacionales y, desde 2020, encabeza la OSX, agrupación con 96 años de historia, considerada la orquesta activa más antigua del país y un emblema de la Universidad Veracruzana.

    Al finalizar el programa oficial, el público estalló en una ovación de pie que se prolongó por más de nueve minutos, lo que obligó al tenor a volver al escenario. Entre sonrisas y gestos de gratitud, Javier Camarena regaló tres piezas adicionales que coronaron la noche: “Funiculì-Funiculà”, de Luigi Denza; “Alma mía”, de María Grever, y “Luna de octubre”, de José Antonio Michel Santana. La audiencia recibió cada una con el mismo fervor, un cierre que reafirmó la conexión profunda del artista con su público.

    Para Javier Camarena, volver a México siempre tiene un significado especial: “El cariño del público nacional se ha hecho mucho más grande. Volver a casa es siempre más profundo y más emocionante que cualquier escenario del mundo”, concluyó. 

    Jóvenes zapateadores

    El Teatro Principal vibró con los pasos y el ritmo de la compañía Jóvenes Zapateadores, que bajo la dirección de Blanca Ramírez y Ernesto Luna Ramírez, presentó “Hombres tierra”, un montaje que celebra las raíces afroveracruzanas a través del zapateado, la música de cuerdas y las décimas cantadas. La función formó parte del programa de Veracruz, invitado de honor en el 53 FIC. 

    Con la complicidad musical de Son Luna, agrupación con más de dos décadas de trayectoria, la puesta en escena propone un viaje que evoca el origen mestizo del pueblo veracruzano, su memoria agrícola, la diáspora africana, el cimarronaje y la resistencia de quienes forjaron una cultura viva a orillas del río Papaloapan.

    “Hombres tierra” completa la trilogía que incluye “Hombres pájaro” y “Hombres fuego”, piezas que exploran el vínculo entre el ser humano y los elementos naturales. En la última entrega, los intérpretes transforman el escenario en un espacio de comunión entre cuerpo, música y memoria colectiva.

    La presentación dialoga con la memoria histórica de la población afrodescendiente en México, desde la llegada forzada de comunidades africanas a los ingenios cañeros de Los Tuxtlas, hasta su reconocimiento constitucional en 2019.

    En la puesta en escena se alternan coreografías con dramatizaciones que rescatan relatos orales, décimas y sones tradicionales, entre ellos cantos dedicados a Yanga, reconocido como el primer libertador de América, así como fragmentos que evocan el fandango, la “pintada de la mesa” y las galas veracruzanas. 

    Las décimas en la obra relatan la historia con sensibilidad poética: “De gran tristeza se baña / el continente africano / pues los atracó tirano / robándoles a su gente / volviéndolos tristemente / en esclavos mexicanos”. 

    Channel One Sound System

    Oscureció en Guanajuato y en la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas ya esperaban a Mikey Dread, quien entró al escenario con una pesada mochila de discos a la espalda y la seguridad de quien lo ha hecho durante décadas: Channel One Sound System afinó los últimos detalles de su equipo: una tornamesa Technics, una mezcladora y su colección personal de música reggae, roots y dub. 

    Al momento que la aguja reprodujo el hiss inicial del primer disco de siete pulgadas, el público –conformado en su mayoría por jóvenes– estalló en gritos y aplausos. La música apenas sonó, las butacas quedaron vacías y la plaza se tornó en una pista de baile, como las tradicionales fiestas de barrio jamaiquinas o el carnaval de Notting Hill, en Londres, mismo que Channel One ameniza cada año desde 1983.

    Se escucharon desde los clásicos de Bob Marley & The Wailers hasta “Lucifer”, de Max Romeo. Mientras la música sonaba, lo hizo también la voz de Macky Banton. Las cámaras y los ojos del público tardaron un poco en ubicarlo, pues, como un integrante más de la gran fiesta de música y cultura rastafari, estaba entre el público, lugar desde el cual guió la noche.

    “Chant for justice”, de Digistep, un tema de 2022, siguió en la lista. Antes de que terminara, Mikey dio vuelta al disco de vinil para reproducir la versión instrumental y permitir que Macky desplegara sus rimas improvisadas y su mensaje de unidad, amor y goce. Dicha práctica conjunta entre el DJ y el animador –núcleo de la cultura del sound system jamaiquino y londinense– continuó por más de una hora. 

    Antes del final, Mikey introdujo otra capa sonora, al manipular un pequeño sintetizador de fabricación propia. Mientras el oscilador producía ondas electrónicas que se mezclaban con los profundos bajos de “Zion”, de Danny Reed, ambos integrantes repitieron su mensaje: “Nuestra tarea es promover la cultura roots, reggae y rastafari. La unidad es la fuerza. Y todo es un solo amor. Sin eso no existiríamos nosotros y no existiría el Cervantino. ¡Gracias!”.

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