Arte por la reconciliación: Royal Winnipeg Ballet

 

  • Bajo la dirección de André Lewis, la Royal Winnipeg Ballet tres funciones de su montaje de largo aliento: Going home star, el 11 y 2 de octubre
  • Se trata de una historia sobre la reconciliación y reconocimiento de la diversidad étnica, a través del ballet
  • Royal Winnipeg Ballet es una de las compañías de Ballet más antiguas y reconocidas en Canadá

Guanajuato, Gto. a 11 de octubre de 2019. Una historia sobre las profundas heridas que dejó la colonización cultural en Canadá contemporánea, fue lo que presentó la Royal Winnipeg Ballet durante una pequeña temporada de 3 funciones en el Auditorio del Estado, el 11 y 12 de octubre, en el marco del 47 Festival Internacional Cervantino.

Going home star: Truth and reconciliation, bajo la dirección de André Lewis, se estrenó en octubre de 2014, para conmemorar el 75 aniversario de la compañía. Reconocida ampliamente y una de las más antiguas en Norteamérica. A 5 años de su estreno, visita tierras cervantinas para compartir su fórmula de expiación y sanación a través del arte.

Previo a las presentaciones, Steve Wood and the Northern Cree, miembros del equipo creativo y un grupo de cantos tradicionales del pueblo nativo Cree, santificaron el Auditorio de Estado antes de abrir el telón, con un ritual de purificación de cánticos y voces guturales que buscan la paz, así como percusiones que marcan ritmos casi hipnóticos. Una fórmula que siguieron desde que el proyecto fue concebido, ya que es una historia que aborda uno de los temas más sensibles en la historia contemporánea de Canadá y sus Primeras Naciones.

En Going home star, somos testigos de la historia de Annie, una joven mujer que atravesó por una de las “Escuelas Residenciales Indígenas”, y que ahora vive el desenfreno de la vida urbana hasta que conoce a un chamán llamado Gordon. Ambos aprenden que vivir es liberar.

Durante 100 años, el gobierno de Canadá impulsó una política de aniquilación cultural de las primeras naciones a través de estas estrictas escuelas religiosas y colonizantes que intentaban borrar cualquier rasgo cultural indígena. Un “horror” que se vivió hasta 1996, cuando cerró la última institución, que se mantiene a la fecha como uno de los pasajes más vergonzosos para la historia del país norteamericano.

Esa es la historia que el guionista Joseph Boyden y el director André Lewis, así como de un equipo creativo con profunda sensibilidad en el tema, ya sea por experiencia propia o por el deseo de luchar por su pueblo, traducen al ballet en esta producción, que a su vez se alimenta de las historias personales de algunos sobrevivientes, ya sea las niñas o los niños recluidos, o los padres y madres que vieron cómo quebrarón ideológica y emocionalmente a sus familiar. Para el guion, Boyden recupera algunos personajes de su novela Through Black Spruce (2008).

Se trata de una gran producción en todos los sentidos. Desde la escenografía que reproduce tanto ambientes callejeros como los interiores de las escuelas, o los mundos oníricos que se mantienen como una constante a revisitar, los sueños del personaje principal; el vestuario que mezcla la elegancia de los requerimientos escénicos con el papel que caracteriza, por ejemplo, el de los sacerdotes que arrastran hasta el suelo el color negro y las culpas.

Destaca la técnica y el trabajo histriónico de los cerca de 40 bailarines en escena, así como el de los protagonistas, Sophia Lee y Tristan Dobrowney, quienes a través de diversos solos detonan las emociones que viven sus personajes.

Going home star de la Royal Winnipeg Ballet se presentó el viernes 11 a las 20:00, y el sábado 12 a las 12:00 y 20:00 horas en el en el Auditorio del Estado, en el marco del 47 FIC y el 80 aniversario de la compañía.

 

 


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