Música clásica, pop y teatro experimental cautivan al público del 53 FIC
- La cantautora Elsa y Elmar presentó Palacio, su más reciente álbum, e interpretó temas como “Al final”, “SÉ XQ SÉ”, “Amigos y amantes” y “Policarpa”
- El Teatro Principal se transformó en un espacio en el que la dramaturgia se fusionó con la creación digital en la puesta en escena 1984 d
La noche del martes 14 de octubre de 2025 se conjuntaron en la programación del 53 Festival Internacional Cervantino (FIC) tres importantes propuestas internacionales que invitaron a los diferentes públicos a vivir al máximo el encuentro, que vibró con aplausos de pie.
Por un lado, la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas se pintó de rosa y violeta para recibir a la melodiosa voz de la cantautora colombiana Elsa y Elmar, en un concierto lleno de energía pop. Tras dos años de estar en el mismo escenario, la artista ofreció Palacio, su álbum más reciente, en el que mezcló el pop más dulce con ritmos urbanos. Para la artista, que ahora radica en México, la producción es un santuario creativo, y la gira con la que lo promociona, un recorrido espiritual.
“No les miento, es uno de los lugares más hermosos para cantar en todo este país divino. No hay lugar, se los juro. Gracias al Festival Cervantino por invitarme, por traerme y por permitirme traerles este show de Palacio en su mejor versión. Es lo que yo soñaba y qué alegría poderlo hacer”, expresó Elsa.
Ante un público mayoritariamente joven, Elsa y Elmar provocó coros y baile eufóricos con temas como “Al final”, nostalgia con “SÉ XQ SÉ”, por los amores platónicos con “Amigos y amantes” y hasta recuerdos de viejas compañías animales con “Policarpa”.
Con “Planteando el tiempo”, los asistentes saltaron y levantaron las manos en una gran fiesta musical, para después pasar a un momento íntimo y de reflexión mientras cantó “Niña mía”, que recordó al público que lo importante no es dejar de equivocarse, sino aprender de esos errores.
Producido por Julián Bernal –quien también ha trabajado con artistas como Sebastián Yatra o Kali Uchis–, Palacio es también una muestra de los sonidos que Elsa recogió durante su viaje a Europa y toda su trayectoria, en la cual ha recibido siete nominaciones en los premios Grammy Latinos.
Collectif 8, un impresionante despliegue visual
Más temprano, el Teatro Principal de Guanajuato se transformó en un espacio en el que la dramaturgia se fusionó con la experimentación visual, la creación digital y las tecnologías en la puesta en escena de Collectif 8, una adaptación de “1984”, de George Orwell, hecha por Gaële Boghossian y Paulo Correira.
La manipulación de la información y la distópica alineación de las masas presente en la obra de Orwell se materializó en el escenario a través de Winston y Julia, quienes tras haber violado la prohibición del amor, son llevados al límite por un eterno vigilante que los conoce mejor que ellos mismos.
Esa especie de Gran Hermano, empeñado en que ambos reconozcan su crimen, los tortura para que se traicionen, ya sea con choques eléctricos o con recuerdos que pueden doler incluso más que la corriente en sus cuerpos.
Para viajar por esas memorias, la puesta en escena lleva al público por una innovadora propuesta digital, a través de proyección y pantallas, en la que el escenario se convierte de un momento a otro en el bosque en el que Winston y Julia consumaron su amor, o en las salas de interrogatorio en la cual se vuelven víctimas del sistema.
Adaptada al francés y subtitulada para la ocasión, la pieza conectó con el público gracias a la actuación de Paulo Correia, Damien Remy y Judith Rutkowski, quienes recibieron una ovación de pie.
En una conversación abierta al público previa al espectáculo, Gaële Boghossian –directora y adaptadora de la pieza–, sostuvo que actualizar el relato distópico de Orwell fue una necesidad. Lectora asidua del libro original, la artista francesa sintió la urgencia de recrearla para arrojar luz sobre la vigilancia, la manipulación del pensamiento y el puritanismo en el lenguaje. Y quizá para contrarrestar el autoritarismo que recorre el relato, apuntó que en Collectif 8 no hay jerarquías y todas y todos sus integrantes participan en el proceso creativo.
Deutsche Kammerphilharmonie Bremen
A su vez, el público del Teatro Juárez disfrutó una cuidada selección de música del período romántico. La Deutsche Kammerphilharmonie Bremen, bajo la batuta de Riccardo Minasi y con James Ehnes en el violín principal, interpretó la “Obertura en Do mayor, Op. 170, en estilo italiano”, de Franz Schubert; el “Concierto para violín y orquesta en Re mayor, Op. 61”, de Ludwig van Beethoven, y la “Sinfonía N. 4 en La mayor, Op. 90, Italiana”, de Felix Mendelssohn.
La pieza de Schubert, en la que el diálogo entre instrumentos de aliento es protagonista, inauguró la noche, no obstante, el concierto de Beethoven fue el que, luego del segundo movimiento, mereció una larga ronda de aplausos. La ovación para el violinista Ehnes fue tal que volvió al escenario para interpretar, en agradecimiento al reconocimiento del público y fuera de programa, la “Sonata para Violín Número 3”, del compositor belga Eugène-Auguste Ysaÿe (1858-1931), cuyo final lleno de virtuosismo técnico de nuevo levantó al público de sus asientos.