Arranca el segundo fin de semana del 53 FIC con baile y reflexión ambiental
- “NeoArctic”, de la compañía danesa Hotel Pro Forma, sorprendió
con una propuesta única - Jorge Carmona pusó a bailar al ritmo de la salsa al público en la
Explanada de la Alhóndiga de Granaditas - En Los Pastitos, la DJ Sama Abdulhadi conquistó a la audiencia
durante dos horas de intenso techno

El 53 Festival Internacional Cervantino (FIC) inicia su segundo fin de semana con diversas propuestas para todos los públicos. A las 20 h, doce figuras, ataviadas con gabardinas claras y túnicas rojas, aparecieron en el escenario del Auditorio del Estado: el Coro de la Radio de Letonia entonó la “Canción al plástico”, el primero de los doce temas musicales que conforman “NeoArctic”, una suerte de ópera especulativa en la que el público nunca está seguro si está frente a un pasado arcaico o un futuro catastrófico.
La proyección de imágenes sobre todo el entorno escénico lo convirtió en un mundo cohesionado, pero no por ello menos ambiguo: los videos, en momentos, parecían un mar de plástico que invadía el globo terráqueo, luego un escenario en el que la materia se comporta de formas inusuales. Más que figuraciones abstractas, las imágenes y el diseño sonoro crearon un espacio inmersivo que remitía a estratos geológicos o al diagrama de un sistema circulatorio humano. Además, cada una de las piezas musicales guiaba la temática con sonidos que sugerían su tema: ruido blanco para la “Canción al polvo” o un resonar húmedo y chicloso para la “Canción para el fango”.
En conferencia de prensa previa a su presentación, Marie Dahl, directora de Hotel Pro Forma, explicó que la compañía, que tiene una trayectoria de más de 40 años y 60 piezas para teatros y otros entornos escénicos, parte siempre de un largo proceso de investigación. La idea de “NeoArctic”, por ejemplo, surgió durante una conferencia internacional en Berlín, de la que resultaron también publicaciones y libros. A partir de allí, el conjunto trabajó durante más de un año para la pieza final. “Ese es nuestro método central; es una forma de investigar y entender el mundo a través del arte”, dijo la coreógrafa danesa.
Sobre su expectativa ante la audiencia mexicana, Dahl afirmó: “Ustedes sienten más los efectos de la crisis climática que nosotros, en los países nórdicos, que en muchas ocasiones somos los que provocamos esos mismos efectos. Espero que este performance detone algo emocional y también intelectual. Es un tema difícil, pero quisimos hacer una producción hermosa, es muy importante que pongamos algo de belleza para crear algo de esperanza”, concluyó.
La salsa de Jorge Carmona
Vestido con camisa blanca y traje azul y en compañía de una orquesta de metales, percusiones, contrabajo eléctrico, teclado y coros, el salsero Jorge Carmona “La voz del barrio” convirtió la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas en una verdadera fiesta de baile. Orgulloso de su origen tepiteño, dedicó a “los que crecimos entre bicicletas y canicas” clásicos del repertorio de la salsa como “Si quieres”, “Y tú no estás”, “No te quedes sin bailar” “Loco”, “Ya”, “Anuncio clasificado”, “Detrás de mí”, “Veracruz” y “Amor y control”, y otros temas de figuras legendarias como Rubén Blades y Héctor Lavoe.
La interacción con el público, el ritmo de la orquesta y la personalidad de Carmona atraparon a las y los asistentes que convirtieron la explanada en una pista de baile en la cual el ritmo, los pasos, las vueltas y la complicidad se hicieron presentes.
Sama Abdulhadi en Los Pastitos
En Los Pastitos —otro de los escenarios típicos para el público juvenil que se reúne para el FIC— se presentó la DJ Sama Abdulhadi. Originaria de Jordania, fue en Beirut donde descubrió su pasión por la música electrónica. En Cairo estudió diseño sonoro y, con el paso del tiempo, se convirtió en una de las figuras más importantes como DJ y productora de la región del Levante.
Con un keffiyeh sobre los hombros y un vestido negro con bordados tareetz en los costados, Abdhuladi hizo vibrar al público que, durante dos horas, bailó al ritmo de los bajos insistentes y despojados del techno. Experta en comunicarse solo con las manos –mientras manipula su equipo de audio–, la también productora envió abrazos e hizo gestos de cariño y agradecimiento, visiblemente conmovida.
Aunque por momentos hizo guiños a ritmos como el jungle inglés o a ciertas percusiones propias del house, su set se sentó en las zonas más bajas del espectro audible, con pulsos a menudo distorsionados y que se complementaron por una breve línea melódica o una pista vocal en árabe o inglés.