En este sitio nos sumergimos en una historia de trabajo, lucha, soberanía y arte. Este es el escenario más vivo del Cervantino, pues se mantiene en movimiento durante todo el Festival, y uno de los referentes simbólicos de Guanajuato. Su amplia explanada es ideal para presentar espectáculos escénicos de gran convocatoria.
En sus orígenes, la construcción llamada Alhóndiga de Granaditas sirvió para almacenar granos, pero pronto se convirtió en un símbolo de libertad. Nos remontamos a uno de los acontecimientos más importantes en la lucha por la Independencia de México: la toma de la Alhóndiga, en la que los insurgentes, integrados por mineros y campesinos, lograron vencer a los españoles, acto que atizó el fuego independentista. Sin embargo, este espacio también fue testigo de trágicos eventos, pues aquí se masacró a peninsulares y a sus familias; posteriormente, las cabezas de los líderes insurgentes Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y José Mariano Jiménez colgaron de las esquinas de la Alhóndiga durante diez años.
La vida artística y la vibrante cultura con la que el Cervantino ha impregnado este lugar cada año nos da la oportunidad de otorgar nuevos significados a este recinto y expandir la concepción histórica al hacer de la Alhóndiga un lugar de encuentro y disfrute en comunidad.